Ayer estuvimos en un concierto de Holly Golightly en el minúsculo Iota club.
Con la sola presencia de una segunda guitarra/percusionista nos ofreció una hora de música impagable y honesta. Comenzó con canciones de su nuevo álbum (aun inédito) y luego hizo un repaso de clásicos de hoy y de siempre.
El tren en el que Holly viaja esta hecho de indie rock blues, pero durante hora y cuarto tuvo tiempo para pasar por campos de surf music, garage, psicodelia, punk y para detenerse mas de una vez en maizales solitarios a saludar al fantasma de Tom Waits.
Pese a sus colaboraciones con los White Stripes (Elephant) y los impresionantes Greenhornes todavía no ha saltado a la primera línea de la música indie lo que redunda en una relación directa e intima con su publico.
Gran concierto de Holly Golightly, una artista a descubrir y disfrutar.
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