Tuesday, November 24, 2009

Stumptown


Greg Rucka vuelve a deleitarlos con Stumptown, nueva serie editada por Oni Press. Como en sus previas colaboraciones con esta editorial (Whiteout, Queen & Country) nos encontramos con los elementos que hacen caracteristico su trabajo.

Personajes originales, propiedad del autor. Dex es la tipica protagonista de Rucka: una mujer fuerte haciendo frente a una situacion desesperada. En este caso, detective privado, aficionada al juego, socarrona y al mismo tiempo sensible. Acuciada por las deudas de juego, Dex se ve en la obligacion de hacerle un favor a la dueña de un casino: encontrar a su nieta desaparecida. Topico? Puede ser. Pero funciona.

Iba a decir que su trabajo es "realista" pero me parece que la palabra "creible" lo define mucho mejor. Consigue la credibilidad con detalles de verismo y poniendo siempre al personaje por encima de la historia.

El dibujo a cargo del desconocido (al menos para mi) Matthew Southworth es sobresaliente.






Bienvenida pues por todo lo alto a este nuevo proyecto de Rucka lejos de las 2 grandes. Es en las independientes donde ha desarrollado sus mejores trabajos. Y este numero inaugural de Stumptown esta definitivamente a la misma altura.

Friday, November 20, 2009

The Prisoner - 2009


No estoy en contra de los remakes siempre que mejore, renueve o simplemente plantee una alternativa interesante al original. La version de 1968 ya fue concebida como una suerte de secuela de la serie de agentes secretos Danger Man. Esta nueva version se limita a repescar el concepto de base despojandolo de todo lo que lo hacia interesante.

En la serie de 1968, un agente secreto interpretado por Patrick McGoohan era abducido tras presentar su dimision. Despertaba como Numero 6 en un misterioso lugar conocido como The Village. Los intentos de fuga de 6 se sucedian episodio tras episodio, al mismo ritmo al que el alcaide (numero 2) sufria el efecto Kenny y era sustituido una y otra vez dada su incapacidad para sonsacarle.

Este concepto estructuraba una serie en la que las sorpresas eran la norma y que redefinio con exito las posibilidades de una serie de TV, tanto a nivel tematico como narrativo. El misterio central era una mera excusa para hablar del coonformismo y la rebelión ante la sociedad (no por nada fue creada en pleno apogeo del Swinging London), el control del gobierno, la tecnologia y la libertad del ser humano. Copiada hasta la saciedad, sus influencias se pueden encontrar en Twin Peaks, Nowhere Man, The League of Gentlemen, Lost, BSG e incluso en un capitulo de Los Simpsons.

Con una lista de imitadores de tanta alcurnia, resulta curioso lo escasamente creativo y ambicioso que resulta este remake.Lo que no se puede negar es que presenta una factura intachable. Ian McKellen esta tan impecable en el papel de 2 y como Jim Caviezel en el de 6.

The Village ya no es un pueblecito britanico sino un postizo resort africano. El Rover sigue siendo una bola blanca aunque eso si mucho menos terrorifica que la original. Los juegos mentales siguen ahí aunque lo que en el original parecia (y sigue pareciendo) nuevo, aquí comprado en un outlet. Y es que este es el principal problema de la serie. Nada sorprende. Todo huele a descarte de Lost o de Heroes. Desde las amenazadora corporacion que sustituye a la agencia gubernamental del original hasta los flashbacks que atenazan a numero 6. Nada late bajo la superficie de The Prisoner. No hay corazon. Todo resulta tan calculado como impersonal. Ni siquiera funciona como mero vehiculo pulp. Tanto la intriga como los personajes dejan ese regusto frio de las cosas que se han visto antes y mejor hechas.

La cadena AMC tiene en su haber dos de las mejores series de la parrilla americana: Mad Men y Breaking Bad. Entiendo que querian tocar el palo de la ciencia ficcion paranoica. De ahi a que el remake de The Prisoner fuera necesario hay un buen trecho.

Tuesday, November 17, 2009

The Box


The Box

Tanto Donnie Darko como Southland Tales daban a entender que Richard Kelly había crecido en los 80 a base del cine de la factoria Amblin, literatura sci-fi y comics. Con The Box va en busca de las raíces de estas influencias. Las encuentra, con acierto en The Twilight Zone y el cine paranoico y sci-fi de los 60 y 70. En sus mejores momentos, The Box remite a La Invasión de los ultracuerpos, pero por desgracia el resto de la pelicula no esta a la altura.

Son los años 70. Los Lewis, Norma, Arthur y su hijo, viven en un idílico suburbio. El es un científico de la NASA deseoso de ser incluido en una próxima expedición a Marte, ella es una profesora universitaria. La normalidad se va al garete tras recibir la visita del misterioso Mr. Steward. Les ofrece la caja del titulo y la oportunidad de ganar un millón de dólares. Para ello solo tienen que apretar el botón que la corona. Esto no solo saneara su economía sino que también ocasionara la muerte de un inocente al azar. La eleccion es solo suya. Por supuesto la pareja acabara pulsando el botón desencadenando una montaña rusa en principio conspiratoria y finalmente sobrenatural.

Tanto el principio de la película como su premisa podrían ser parte de un episodio de The Twilight Zone, pero una vez pulsado el botón, se convierte en un remake hipertrofico de La Invasión de los Ultracuerpos. Es en esta parte central donde nos encontramos los mejores momentos. La pareja ahoga su sentimiento de culpa indagando en Mr. Steward, sus cajas y sus intenciones. Tras unas cuantas pesquisas, no tardan en sentir el acecho de sus “empleados”, únicamente reconocibles por su propensión a la hemorragia nasal, a habitar oscuros moteles de carretera y celebrar ritos new age en la piscina.

Los sustos se suceden al mismo ritmo al que la historia se va volviendo incomprensible. Pero nos da igual porque Kelly nos regala momentos que haran las delicias del aficionado: la baby sitter cruzando los corredores del hotel parecen descartes de El Resplandor, los empleados de Mr.Steward son extras de la pelicula que a M. Night Shyamalan le gustaria hacer pero no le sale.

Y sin embargo, cuando te tiene contra las cuerdas, cambia de ritmo y sale en busca de la justificación moral de todos sus personajes. Y aquí es donde descarrila: Mr. Steward y su cohorte no son sino siervos de una inteligencia alienigena que ha elegido a los Lewis como cobaya de laboratorio. Por su parte, los Lewis sufren las consecuencias de sus decisiones hasta llegar a un final sacado de una clase de etica mongoloide: matarias a tu mujer para evitar que tu hijo sufriera una ceguera? Se presupone que las multiples referencias al infierno segun Sartre juegan un papel clave en todo esto. Lamentable.

Kelly demuestra de nuevo tanto su capacidad para crear escenas fascinantes como su incapacidad de hilarlas en algo que vaya más alla de su mera sucesión. Tan recomendable como indigesta.

P.S.-La actuacion de Cameron Diaz es de vomito.

Wednesday, March 4, 2009

Emperor of the North Pole



Emperor of the North Pole (1973) - Robert Aldrich

Un tren recorre la Gran Depresion Americana con Robert Aldrich de maquinista.
Entre la maleza se esconden los vagabundos, esperando a un despiste del revisor para subirse al tren y viajar de gorra. Dos vagabundos se cuelan dispuestos a todo con tal de llegar a destino. Son el novato "Cigaret" (Keith Carradine) y "A No 1" (Lee Marvin), robin hood de los vagabundos. Lo que no saben es que el revisor de este tren, "Shack" (Ernst Borgnine) les espera con un martillo pilon y clavos y ganas de hacerles picadillo (en este sentido la primera escena de la pelicula es la perfecta declaracion de intenciones).

Aldrich aprovecha el tema para hacer un borrador de la lucha de clases y de la integridad del individuo ante el sistema. Los vagabundos son el buen salvaje y los empleados del tren son seres que han vendido su alma al diablo. Algunos la han vendido porque no tenian otra opcion y otros con el tiempo han olvidado que un dia tuvieron algo digno de ese nombre.

La pelicula adolece de cohesion en la historia pero sigue siendo una pelicula interesante, sobre todo gracias a los impagables enfrentamientos del revisor con los vagabundos, mitad RoadRunner, mitad juego plataformas (incluida la estetica Mario Bros). No quiero ni pensar lo que hubiese hecho Raimi en sus buenos tiempos con esas escenas. En cualquier caso Aldrich imprime garra a estas escenas que sobresalen con mucho del resto de la pelicula.

De postre, la pelicula te permite echar mano de biblioteca y desenterrar un nuevo genero cinematografico: las "train-movies". Desde las familiares (Silver Streak, Testigo Accidental) hasta las rudas ( estas que nos ocupa, pero sobre todo la imprescindible Runaway Train)pasando por las gafapastas (Europa) y las seminales (The Train).Seguro que puedes añadir un par a la lista...

Thursday, January 1, 2009

Synecdoche New York


Charlie Kaufman, es una rara avis en la industria del cine americano.
Su trabajo como guionista, caracteristico por lo personalisimo de la apuesta da buena fe de ello: Being John Malkovich, Human Nature, Adaptation, Confessions of a Dangerous Mind y Eternal Sunshine of the Spotless Mind.

Sus personajes son seres cotidianos sometidos a situaciones surrealistas que aceptan con naturalidad marciana: una puerta que da acceso al alma de John Malkovich, una oficina de medio piso de altura, una maquina que permite borrar a una persona de tus recuerdos. No se puede negar su originalidad pero lo que si que se puede poner en duda es su capacidad de autocritica. Hay algo en Charlie Kaufman mas alla de la sucesion de excesos creativos?

En Synecdoche, New York ejerce de guionista y se estrena como director.

Philip Seymour Hofman interpreta a Caden Cotard, un director de teatro cuya vida personal se encuentra en estado terminal. Abandonado por su mujer y su hija y enfrentado a un sinfin de patologias comienza a ser consciente de la futilidad de su existencia.
Una inagotable beca a la creacion artistica le saca de la depresion y le lanza a la construccion de la obra de arte total: la recreacion de su propia vida en clave teatral en una inmenso almacen en el que cojen edificios, dirigibles e incluso partes de Alemania. Y eso no es nada. Espera a ver el momento en el que la representacion teatral alcanza el momento de la vida de Cotard en el que recibe la beca y empieza a trabajar en la obra de teatro. La obra es interpretada dentro de la obra y toda la pelicula comienza a doblarse sobre si misma como un tren de mercancias de alto tonelaje lanzado a gran velocidad sobre una via en espiral.
Ficcion y realidad se mezclan multiplicando los personajes y las situaciones en un juego de espejos que nos deja entrever la relacion entre la realidad, la ficcion y el paso del tiempo o lo que es lo mismo, la muerte.

A ratos brillante, a ratos innecesaria, a menudo fascinante y siempre excentrica Synecdoche New York tiene material como para haber hecho dos peliculas. O tres.
Las ideas se acumulan unas sobre otra intentando abarcarlo TODO: la creacion artistica, la muerte, las relaciones de pareja...
Es de recibo preguntarse si menos, no hubiera sido mas en este caso o si por el contrario la verdad late entre el tupido entramado de historias.