Llewelyn Moss (Josh Brolin) vive en Texas, territorio fronterizo: entre Estados Unidos y Mexico, entre la vida y la muerte. En una jornada de caza acaba encontrandose con los restos de un intercambio de drogas fallido: armas por doquier, cadaveres, paquetes de heroina y oh, sorpresa, dos millones de dolares. Este hallazgo dispara sus sentimientos transhumantes: se trata de cruzar la frontera mexicana con los dos kilos sin cruzar la de la muerte.
Pero claro, Anton Chirguh (Javier Bardem) le sigue de cerca con lo cual no esta nada claro que pueda conseguir ni una cosa ni la otra.
Este es el punto de partida de la ultima pelicula de los hermanos Coen. Tras entonar un canto del cisne por partida doble ( Fargo (1996) y The Big Lebowsky (1998), han pasado casi una decada enredados entre peliculas fallidas que pese a tener elementos brillantes estaban muy lejos del resto de sus trabajos.
Pues bien, buenas noticias. No country for Old Men no solo es una vuelta a la grandeza sino que puede que se trate de la mejor pelicula de los hermanos Coen.
No Country for Old Men es la historia de una persecucion. Es mas, es la persecucion platonica, la persecucion perfecta. Una y otra vez asistimos atonitos al esquema perseguidor- perseguido que se reitera hasta convertirse en el tema central de la pelicula.
La fotografia, lavada con los colores ocres de la frontera se convierte en un elemento mas de la pelicula.
Josh Brolin se calza el mejor bigote que un servidor ha visto en el cine en mucho tiempo, y Bardem, que voy a decir de Bardem. Que es el Fernando Alonso del cine hispano, pero sin dar tanto la vara y con menos fanfarria.
Cine de primera de una pareja de realizadores que vuelve a hacer lo que mejor sabe: hacer peliculas que nacen siendo clasicos.
Enjoy your meal!
