Monday, April 2, 2007

Punto Pelota


El mecanismo por el que la ficción (sea esta cine, literatura, comics, teatro, etc) nos atrapa es la creación y frustración de expectativas.
Ante el hecho A, esperamos que ocurra B pero sin embargo acaba ocurriendo C. Así de sencillo y así de complicado al mismo tiempo.

Es indudable que ir al cine es a menudo una cuestión de paciencia ante la avalancha de películas formulaicas donde la única sorpresa es servida sin patatas por empresas de diseño 3D o efectos especiales.

Sin embargo sigue habiendo directores dispuestos a sorprendernos, lo cual es muy de agradecer.

El otro día volví a ver la negrísima Match Point. Ya de por si toda la película es una decepción de las expectativas tradicionales en las que "el crimen acaba pagando".
Pero además hay una escena en la que nos ofrece un icono que ejemplifica el resto del film.

Tras asesinar a su amante y así escapar de su chantaje moral, Chris Wilton simula el robo del apartamento de esta de manera que la policía no sospeche que se trata de un crimen pasional. Pues bien, huye con el botín y lo tira al Tamesis. Sin embargo un anillo rebelde permanece en su bolsillo. Lo coge con todas sus fuerzas y lo arroja contra el río. El anillo rebota contra la barandilla y en vez de caer al agua se queda en un banco del paseo.

En ese momento un TATE! mayúsculo invade al espectador. La imagen del anillo rebotando y cayendo del lado malo de la barandilla crea la expectativa en primer grado de que todas las evidencias no han desaparecido. Ahí esta. El anillo.
A un nivel icónico escenifica un ultimo esfuerzo fallido. A un tercer nivel y haciendo paralelismos con el titulo de la película, deja claro que la pelota no ha cruzado la red. Ni mucho menos.

Y efectivamente. Durante los siguientes 20 minutos vemos como hace frente a una investigación policial que se va cerrando poco a poco sobre su gaznate.

Y cuando esta a punto de claudicar, y nosotros con el, encuentran a un yonki con evidencias de haber robado el apartamento de su amante y de ser, por tanto culpable del crimen.

Cual es la evidencia? No puede ser otra. Tras usarlo como icono de su derrota , el anillo acaba siendo la llave de su libertad.

Storytelling de primera. Lo que nos hace ir al cine una y otra vez pidiendo mas.
Señor de los anillos? Woody Allen, por poner un ejemplo.

1 comment:

elsotano said...

Se echa mucho de menos oirte hablar de cine. En elmuro de la piedra (¡ya extinto!), con un pincho de tortilla y un botijo bien frio.

Un brindis a tu salud!!
For the good times!!!
Más abrazos
DD