De pequeños pasabamos la Navidad a caballo entre la familia de mi madre y la de mi padre.Algunos años pasabamos la Nochebuena en una casa y la Nochevieja en otra, o viceversa, o bien eran Nochebuena y Reyes.
En cualquier caso nuestros abuelos (tanto maternos como paternos) vivian lejos tanto de nosotros como entre ellos.Esto hacia que independientemente de la fecha en la que les visitaramos, aprovecharan para darnos los regalos . Los Reyes Magos podian acabar viniendo en Nochebuena o Papa Noel en Enero.
El hecho de que tuvieran una horquilla temporal para distribuir los regalos daba mas credibilidad a todo el tema de los regalos. Al menos ante mis ojos de enano.
Pero el verdadero desafio iba mucho mas alla: En cada casa los regalos los traia alguien distinto.
En nuestra casa venian los Reyes Magos.La noche anterior mis padres dejaban tres vasitos de chupito llenos de whiskey y unas galletas.
-Son para los camellos-me recalcaba mi madre.
Me iba a la cama y pensaba en los 3 aguerridos jinetes, cruzando desiertos y superando inclemencias con tal de traernos los regalos.Por la manana sin falta, tras abrir los paquetes siempre echaba un ojo a los vasos de chupitos vacios y al plato sin galletas. Para mi era prueba suficiente.
En casa de mis abuelos paternos venia Papa Noel. La noche anterior teniamos que ir a la cama pronto, sin hacer ruido.Recuerdo pensar en Papa Noel subiendo por la fachada, y abriendo la ventana.Recuerdo levantarme a las 6 de la mañana, asomarme al pasillo y ver una montaña de paquetes esperando a que fueramos a por ellos.Hasta aqui todo bien.
El problema venia en casa de mis abuelos maternos. Mis abuelos maternos, con mas de 15 nietos estaban probablemente hasta las bolas de la Navidad. Los regalos los traia el Niño Jesus y a este a diferencia de los demas no le hacia falta una noche entera para traer los regalos. Bastaba con ausentarse unos minutos de la habitacion y voila... los regalos nos esperaban delante de la mesa. Recuerdo estar esperando a que llegaran los regalos, en el pasillo. Recuerdo un estremecimiento mistico. Recuerdo haber pensado...Ahi viene.Niño Jesus.
Papa Noel no me suponia ningun problema.Era el amigo discolo de los Orient Kings. Quizas fuera debido a la barba. Si unos eran la version Dessert-Strike, el otro era un Alpine-Trooper con el traje de los domingos.
Pero el Niño Jesus...Quien cojones era ese? Ni siquiera sabia que pinta tenia.Lo que sabia de el era mas bien poco tranquilizador. Se podia materializar a voluntad y rapidamente. No le hacia falta un chupito. No le hacian falta camellos. Daba sopas con honda a la caterba de osos barbudos a los que estaba acostumbrado.
Recuerdo haberle preguntado a mi abuela si tenia una imagen del susodicho.
Me llevo a su cuarto. Me enseño una estampa de un Nacimiento y con un dedo nudoso apunto al crio en pañales que sonreia desde su cuna. La imagen del bebe riendose en un pesebre se transformo en mi mente imberbe en algo terrorifico y parecido a Uatu (ver dibujo).
Y no solo eso. Era consciente de que durante esas dos semanas de Navidad yo era parte contratante de un crossover entre dos cosmogonias de seres superiores que tenian poco que ver entre si. Estaba en plena colision de Universos parelelos. Si unos se parecian a Gandalf, el otro era Yoda.Si unos iban a caballo o a camello, el otro se teletransportaba, si unos eran DC el otro era Marvel.
Quizas el Niño Jesus tenga mas que ver con mi amor por el comic de superheroes de lo que nadie pueda suponer. Y con mi ateismo.
Gracias Abuela.
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